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domingo, 5 de noviembre de 2017

Noche de terror.
Parte I.

Escuchaba música en mi habitación mientras bebía un té, la televisión mostraba cómo un fantasma asechaba a una familia, la misma típica película de siempre así que la apagué. Terminé mi té y decidí salir a pasear a unas cuadras de casa, aún no había oscurecido, el reloj marcaba apenas las seis de la tarde. Pasé a comprar un snack y observaba a la gente, vaya aburrimiento el mío, regresé a casa y me metí a bañar. El agua estaba helada y me estremecí del frío que hacía, mi piel no lo soportaba y mis pezones estaban demasiado rígidos, salí envuelta en la toalla, me acomodé bajo la cobija entumecida quedándome dormida. Desperté hasta en la madrugada, sentí que había dormido lo suficiente entonces chequé el celular, tenía dos mensajes de un número desconocido que decían lo siguiente:

Mensaje 1: “Te veías linda” (8:03 pm)
Mensaje 2: “Sé que estaremos juntos Corina” (8:12 pm)

Me pasó por la mente a mis amigos que seguramente estaban haciéndome una estúpida broma, sabía que no tardarían en cuestionarme sobre “el enamorado secreto”. Reí un par de veces antes de dirigirme hacia la cocina ya con la pijama puesta, comí un cereal con frutas al momento que atendía mis redes sociales, no dormí más y noté en unas horas  los rayos del sol alumbrar el departamento, había amanecido.

Sábado con la puesta del sol pero un aire estremecedor, por la ventana podía ver a mis pocos vecinos salir de casa, uno que otro niño jugando y a los perros ladrar. Me llamó la atención ver a una pareja besándose, ella era como de mi edad, tenía como unos 24 años y él  posiblemente dos años mayor, la besaba de una manera excitante al tiempo en que sus manos rodeaban su cintura para bajar por sus caderas y con derecha subir nuevamente pero hasta llegar a su pecho. ¡Qué suerte la de ellos!, y qué pena conmigo, haciendo de voyerista.

La verdad es que sí me calenté un poco, bueno, mucho más que eso, me sucede siempre. Entonces me di a la tarea de acostarme en mi cama y usar mi masajeador aplicándolo directamente sobre mi clítoris, imaginaba sobre mí a mi vecino el cual era muy atractivo, lo veía besándome el cuello y el resto de mi cuerpo para posteriormente darle la espalda y escogiera el orificio que se le antojase penetrar.

Pasaron unos minutos y terminé. Es una delicia sentir un orgasmo pero más rico es sentirlo uno tras otros, terminas extasiado, sudado y las piernas faltas de energía y sentido. Tuve que arreglarme para salir a comprar unas cosas que me hacían falta. El día era fresco y el aire relajador, saludé un par de amigos y quedamos de vernos dentro de unos días,  regresé a casa y al ver el celular vi que tenía una llamada perdida y un mensaje del mismo número “anónimo” que decía: “Qué rico te masturbas...”
Continuará…

-Mapachita

7 comentarios:

  1. Sabes me gustan tus relatos, siempre es un placer leerlos y sigo pensando que seria muy sensual ver tu figura desnuda dentro de uno de tus relatos, me encantas.

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  2. Me gustaría un relato de bondage seguro tienes experiencia

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  3. Te vas a poner bien cachondis :P

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  4. Emocionante, ya espero la parte dos!

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    1. Hola, ya empezaré a escribir la segunda parte. Gracias por pasarte :D

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