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miércoles, 4 de enero de 2017


Amor, no te quiero para otra cosa que no sea el compartir un par de horas en la cama, no te quiero para hacerte el café sino para despojarte de la estorbosa ropa, besarte fuerte y subirme desenfrenadamente sobre ti porque estoy deseosa.

“Amor”, no te llamo así porque te quiera o me sienta dueña de ti, la razón por la que lo hago es porque no te puedo llamar por tu nombre, no me gusta y es difícil pronunciar así que opto por la facilidad de llamarte así.

No te necesito a cada momento, te requiero solo cuando tengo ganas de llenarme de placer y vaciarme de la soledad que regularmente me acecha y me hace sentir inútil. No deseo que te quedes a dormir ni mucho menos que me estés mensajeando o llamando a cada instante, no me sofoques por favor, eso déjaselo a los jóvenes que aún creen en el amor.

Me gustas callado pero preparado para tomarme como tu presa, me fascina tus gruñidos, que son el resultado del empeño ejercido sobre mi cuerpo…me excito cada vez que empujas y cada vez que muerdes. Que me penetres como todo un enfermo animal.

Y para eso te quiero, para disfrutar del sexo, jugar con nuestros cuerpos, besarnos los genitales, mordernos la piel, arañarnos los brazos, susurrarnos suciedades y gemirte mientras nos mojamos.

-Mapachita



1 comentario:

  1. Que intenso, franco y directo, esos deseos tan humanos y esas palabras exactas para dejar las cartas sobre la mesa. Me fascina como escribes.

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