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sábado, 18 de febrero de 2017


¿Orgía?

Ana e Isabella, amigas de tiempo atrás solían platicarse todo; con quién estaban saliendo, a quién usaban, querían y a quiénes no amaban. Por su puesto, apoyándose entre ellas, a ambas les gustaba salir con chicos y tener sexo sin compromiso de por medio. Al fin unas simples jóvenes de 17 años experimentando todo lo que tuviera que ver con el placer. Un fin de semana planeron rentar una cabaña, lugar que les quedaba a un par de horas de su ciudad. Invitaron a tres amigos varones un poco mayores que ellas. Rubén de 22, Sebastián de 30 e Ignacio de apenas 20 años, los tres muy guapos y altos. Era obvio que no solo tendrían una normal convivencia sino diversión sexual a la cual estaban ya acostumbradas. Se llegó el día y salieron rumbo a ese lugar, era hermoso, hacía sol, el césped le daba una vista acogedora para poder sentarse afuera y platicar, la cabaña era pequeña pero perfecta para ellos 5, a lo lejos quedaba un lago donde las garzas posaban por ratos. La noche trajo consigo un rico fresco y después de haber pasado la tarde afuera decidieron meterse sin ganas de prender fogata al aire libre como normalmente se acostumbra a hacer en un lugar así. Prepararon la cena y decidieron embriagarse. Isabella se propasó con la bebida que empezó a insinuársele a Sebastián, que era el varón de mayor edad y este, sin importar lo joven que era se la llevó a una recámara donde le quitó la ropa para comenzar a masturbarla mientras Isabella gozaba de los dedos de su compañero, Sebastián le mordía sus delicados pezones y en eso se escucharon risas puesto que Ana estaba por entrar con los otros dos chicos a la misma habitación. Rubén le alzaba el vestido a Ana e Ignacio tocaba sus pechos por debajo del sostén y la chica no paraba de reír. Isabella los ignoró y siguió en lo suyo… le abrió sus piernas a Sebastián mientras se recostaba en la cama para que le hiciera sexo oral a lo que el chico respondió y empezó a mordisquear con sus labios el clítoris y pasar su lengua por toda su vulva que ya estaba muy mojada como respuesta a la excitación provocada. Mientras tanto Ana se encontraba sobre Ignacio besándolo sobre el sofá y Rubén le mordía la espalda y el cuello. Isabella estaba por llegar al orgasmo mediante esa lengua que hacía maravillas con sus genitales y lo explotó en la cara de Sebastián quien disfrutó de los fluidos los cuales le pertenecían, los lamió y saboreó alimentando más su ego. Su pene estaba tan duro que se dirigió con Ana que ya estaba sentada y se lo introdujo en su boca para que le hiciera una felación a lo que ella accedió excitada pues anteriormente Rubén le estuvo metiendo sus dedos en la vagina e Ignacio jugaba con su ano. Ana le succionaba su miembro el cual era muy grueso y la saliva que caía la utilizaba para masajearle los testículos a Sebastián quien no quiso eyacularle la boca que mejor se apartó para ir ahora con Isabella a quien los otros dos varones ya la estaban acariciando por todo su delicioso cuerpo, los apartó para ponerla boca abajo y metérsela por la parte trasera, Isabella lanzó un grito desgarrador que después pasó a ser solo gemidos de placer, no pasó de 3 minutos para que Sebastián eyaculara dentro de ella, la había traído mucho tiempo tan dura que solo quería tener el orgasmo y ya. Ignacio penetró a Ana mientras esta estaba en el suelo como animal de 4 patas, por otra parte Rubén estaba recibiendo de ella un placentero oral, se la infiltraba hasta la garganta con rápidos movimientos de sacar y meter… Sebastián estaba listo para un segundo round e Isabella empezaba a masturbarlo y lamiéndosela de vez en cuando, se posó sobre él generando esa fricción de su clítoris con su pene sin que hubiese penetración, que por cierto son de las cosas más deliciosas. Ignacio terminó en la vagina de Ana y ahora se encontraba masturbando a Isabella al momento en que Sebastían la atragantaba con su miembro, Rubén estaba teniendo sexo anal con Ana; esa puberta con cara de mustia que nadie lejano a ella se imaginaría cómo estaba gozando de ese sexo como toda una guarrilla.  Rubén se dejó venir sobre sus nalgas, dejándola salpicada de su semen. Pasaron los minutos y ya todos se encontraban extasiados, unos sentados en el sofá y otros en la cama. Siguieron bebiendo fascinados por todo lo que había sucedido, Ana e Isabella estaban tan felices, ebrias y satisfechas que sin pensarlo comenzaron a besarse jugueteando con sus lenguas y acariciándose sus partes íntimas, Ignacio sintió rápido su erección ante esa imagen que a cualquiera hombre le excitaría y estas al darse cuenta de eso comenzaron a acariciar su pene mientras lo lamían de lado a lado y lo pasaban por dentro de sus bocas mirándose entre ellas para después dirigirle la vista hacia él, quien se encontraba embelesado por el deleite que le estaban generando en sus genitales y los otros dos chicos se quedaron dormidos por lo cual se perdieron de lo que pronto se convertiría en un trío.



                                                                                                                              -Mapachita

  

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