Tu lengua en mi orificio trasero hacía que liberara pequeños gemidos de placer, podía sentir tu saliva en mi ano y tus manos sobre mis nalgas...
Me encanta tanto el juego previo pero soy tan desesperada que solo con sentirme excitada pido a gritos que me penetren por más que esté disfrutando un delicioso sexo oral o unos traviesos dedos . Y me excita que sigan jugando con mi cuerpo y tarden en hacerme suya.
Seguías tocándome, sabías qué era lo que me prendía y comenzaste a meterme los dedos por atrás, me contraía y sentía tus dedos atrapados ahí, los soltaba, los sacabas y los volvías a introducir. Disfrutabas de mis jadeos, qué gozo has de sentir el saberte experto en satisfacer mis deseos y ser dueño de la excitación que libero. Me fascina que me lleves al punto en donde corto la respiración y las sensaciones en mí parecen ser más que magníficas.
No fue lo único rico que me hiciste, me recostaste para abrirme las piernas, notaste cómo mi vagina palpitaba de deseo y te sumergiste en ella, lamiendo mis labios y por último mi clítoris; el centro perfecto para rendirme en orgasmo y jadeos.
No fue lo único rico que me hiciste, me recostaste para abrirme las piernas, notaste cómo mi vagina palpitaba de deseo y te sumergiste en ella, lamiendo mis labios y por último mi clítoris; el centro perfecto para rendirme en orgasmo y jadeos.
-¡Ya bebé!. Te dije. Me urgía tu pene en mi vagina, estaba tan mojada que era momento de que la metieras. Me tomaste con cero delicadeza para posicionarme de perrito y al sentir tu glande me estremecí, es tan grueso que no gemir es imposible, de pronto al percibirla por completo la adrenalina llenó cada parte de mi cuerpo, deliciosa la fricción ocasionada por tu pene enorme y el deleite de tus perfectos movimientos.
-Mapachita
Ufff ya extrañaba estas lecturas, excelente cori mia.
ResponderEliminar...jos
Excelente felicidades !!!
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