Estoy masturbándome pensando en ti…
Y te pienso
tanto, que las ganas de estar a tu lado son exageradas; el querer tocar tu
piel, besarte, seducirte y verte excitado. Voy sintiendo con mis dedos los
lugares que te imagino tocándome, me siento demasiado excitada, caliente y
lista para ti, para ser toda tuya, para que palpes mi cuerpo, lamas mis mejores
partes y que conozcas mi lado más perverso.
Gimo suavemente
y empiezo a fantasear lo siguiente: Me veo subiéndote a tu coche en una noche
cálida y llena de deseos. Te saludo como de costumbre y al estar cerca a tu
oído comienzo a besarte el lóbulo, bajo hasta a tu cuello para volver a subir,
procurando que sientas mi aliento, mis besos, mi lengua, misma que empieza a
lamerte detrás de la oreja y más abajo que empieza a originarte placenteras
sensaciones y lo sé porque estás moviéndote, sé que estás inquieto y sé también
lo que pasa por tu mente porque por la mía quizá sea exactamente lo mismo. Me
apeteces tanto, te quiero dentro, muy profundo de mí.
Me retuerzo en
la cama de lo excitada que estoy manteniendo en mi cabeza tu imagen, nuestra
imagen. Sigo en tu cuello dibujando con mis labios caminos perpendiculares y
paralelos que me dirigen a sentir escalofríos en mi cuerpo, a necesitarte y el
que tú me requieras para cumplir tus deseos. Me atraen tus pantalones y coloco
mi mano derecha sobre ellos, sabía que estabas alterado y lo reafirmo al
tocarte, tu pene aclama que lo deje salir y lo hago, ese es el punto al que
quería llegar desde antes de subirme a tu coche, porque tenerlo en mis manos me
crea un vicio, el vicio de metérmelo a la boca y chuparlo con las mismas ganas
que tengo de subirme sobre ti y hacerlo duro y mágico. Pero justo aquí, solo
quiero lamerlo, comerlo y disfrutar de tu goce, de lo delicioso que ha de ser
para ti el que mi boca pruebe de tu miembro y está rico, realmente disfruto
hacerte sexo oral. Mi vagina está presentando contracciones, no sales de mi
cabeza y entre más figuro tu rostro
disfrutando de mis labios y mi saliva más se acorta mi respiración y más me
acerco a tener este mismísimo orgasmo al cual por cierto…ya llegué.
-Mapachita
Divina sensación madrugadora es y seria estar presenciando contigo, quiero ser cómplice de casual y erótico encuentro
ResponderEliminarde humedad contagiosa, siendo nuestros cuerpos el éxtasis sublime bañados en sudoración adormecida de frescura en extrema calma del deseo consumado.
Besos bella dama :)
:D
Eliminar😍😍😍
ResponderEliminar