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miércoles, 11 de abril de 2018

Sexo y arena
Noté cómo un tipo de lejos me observaba, tenía unos ojos hermosos y dejaba al descubierto su pecho, parecía ser muy  varonil. Estaba dentro de un bar que se ubicaba junto a playa, era ya como más de la medianoche cuando me dirigí hacia el baño en busca de mi amiga la cual estaba echándose un tremendo polvo con un hombre de cabello rubio, claramente sonreí, ya decía yo que estaba tardando demasiado y extrañamente había decidido ir sola, sin mi compañía como es de costumbre, para llegar a esa conclusión tuve que abrir una de las puertas donde su bolso se veía en el suelo junto a sus tacones y unos zapatos, solo quería cerciorarme de que todo estuviera bien. Salí del sanitario, estuve otro rato más sin volver a voltear a ver aquel hombre que había penetrado mi mente, a veces no hay que ser tan obvias, no quise mostrarme interesada. Le envié un mensaje a mi amiga de que iría a dormir, que se cuidara, que nos veíamos al día siguiente. Me dirigí hacia afuera, miré el mar y me perdí en la oscuridad y la brisa, no había nadie, creo haber ido algo retirado de donde me encontraba, me senté en una piedra pensando en varias situaciones que tenía pendientes. Las vacaciones iban bien, las noches habían sido relajantes y ahora me encontraba frente a un paisaje que recordaría siempre; la luna alumbraba el mar, las estrellas brillaban entre sí, y el viento erizaba mi piel. Percibí a alguien a acercarse, me asusté por no saber quién podría ser, en ese momento me arrepentí de haber llegado algo lejos a mitad de la noche. Me paré inmediatamente y fue entonces que esforzándome en observar, conocí su mirada, esos ojos deslumbrantes con los que me había topado tiempo atrás en el bar, eran esos mismos los que me llevarían a pecar. Su olor impregnaban hasta mi ropa, perfume, alcohol, cigarro, que sin decir más, me tomó de las caderas con sus manos y comenzó a besarme en una forma demasiado excitado, mi cuerpo se llenó de calor accediendo a sus mojados besos. Su lengua se retorcía por dentro, sus dedos se colaban entre mis piernas buscando el punto donde yo explotaría de placer, me masturbó delicadamente, podía saborear sus ganas y darme cuenta de las mías, ese olor no lo olvidaría; mis favoritos para ser realista. Lo acaricié sobre sus pantalones, su miembro se sentía demasiado erecto, quería sacarlo para poder recorrerlo por completo, con mis dedos, con mi boca, con mis labios. Pero no tuve tiempo de empaparlo con mi saliva, me sentó sobre la piedra, se deshizo de mi blusa, sacó mis pechos y se dedicó a palparlos, besarlos, morderlos. Entonces, me recostó sobre la arena boca abajo ya sin ropa, sabía lo que estaba por suceder, su bragueta hizo ruido, segundos más tarde sentí su peso sobre mí, su pene estaba entre mis nalgas jugueteando un poco, después me penetró fuertemente provocando mis gemidos y uno que otro grito de dolor, eyaculó demasiado rápido sobre mi espalda, nos dormimos. Un par de horas más tarde proseguimos con lo nuestro, nos besamos desesperadamente descubriéndonos aún más nuestros cuerpos, me hizo suya por largos intervalos, no dejaba de verle a la cara, ya había tardado en correrse lo cual me excitaba porque era delicioso lo que me hacía sentir en esos momentos, las olas del mar se escuchaban a lo lejos, la luz empezaba a hacerse notar aunque muy ligeramente, el aire era aún fresco y sus ojos en mis recuerdos permanecen eternos.   
 -Mapachita

6 comentarios:

  1. Esta perfecto ohh... es demasiado sensual y excitante... me dieron ganas de masturbarme haha... bueno es un texto erotico exquisito, la descripcion y las sensaciones, los lugares...me impresiona como describes la situacion de forma tan rapida y sin fisuras, es muy real.

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    1. Hola Juan Carlos, muchas gracias por pasarte a mi blog y aparte por dejar tan agradable comentario, saludos.

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  2. Leo mucha literatura erotica, lo que haces es mas profundo ....es irremediablemente como un mar humedo y lleno de luces... no solo este si no cada texto, me estoy aventurando en tus letras y me dejan muy, muy excitado y pleno... trato de leer de a poco, degustar esa sensacion de que descubro poco a poco la sensualidad y la existencia de esas multiples mujeres que hechizan con su interior incandescente, es como un fuego inagotable....

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  3. Me encanta imaginar que ambos somos los protagonistas en tus historias, hermosa. Saludos!

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  4. Muy excitante. . Me masturbe mientras lo leía.

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  5. Qué buen relato! Hace volar la imaginación!! Super excitante

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