Vistas de página en total

sábado, 27 de mayo de 2017

El papá de Armando
parte II.

Desde esa vez, seguí  viendo al padre de mi amigo Armando, creí que después de habérmelo tirado en el baño ya no sucedería más, pensé que al satisfacer esas ganas no querría volver a intentarlo, por la razón de haber cumplido lo que deseaba con él y por otro lado, por su familia, era obvio que no estaba bien, pero me equivoqué. Pudo ser que lo disfruté demasiado como para repetirlo tres veces por semana durante largos meses.

Como sería lógico por mi conveniencia, pasaba tardes en casa de Armando para ver a su padre quien siempre me saludaba alegremente. Me extasiaba con su olor y su hijo solía usar el mismo perfume y me resultaba confuso porque era como percibirlo a él, es decir, a su padre que lleva por nombre Ernesto. Lo sé, hasta su nombre es excitante.

Un mes de Abril al quedarme sola en la cocina quise bajar unas latas de verduras que se encontraban en la alacena, mi amigo había salido por un par de cosas que harían falta en la comida así que Ernesto irrumpió, su mano apretó mi nalga mientras me acercaba su pene empujándome hacia la alacena, mi cuerpo sintió su energía sexual, me dijo al oído sucias palabras, mismas que harían que quisiera desnudarme frente a él, mostrarle cada parte de mi cuerpo y hacerle saber excitada que yo era de él, sin embargo, no era el momento ni el lugar para hacerlo. Jaló mi cabello, emití un sonido de queja, se rió egocéntricamente y se fue. Poco después llegó su esposa, bella e inigualable, no puedo negarlo, era preciosa y lucía espléndida con ese vestido color mostaza que le entallaba su figura a pesar de la edad. Como de costumbre, salió hacia la puerta con su bolso y celular en mano; siempre negocios que le hacía pasar poco en casa.

Armando volvió y nos dispusimos hacer la merienda, podía percatarme de la mirada y sugerencias que me hacía notar su padre cada vez que pasaba por la mesa para servirse algo de agua, hacerle preguntas a su hijo o simplemente asomarse a la nevera, después se iba a su recámara. Me daban ganas de seguir sus pasos y bajarle el pantalón para hacerle infinidad de suciedades y dejármelas hacer también, por parte de él. En mi mente solo quería montarle en todo instante de placer; casi siempre.

Terminé de comer y pasamos a la recámara, Armando puso una película y a mitad nos quedamos dormidos, desperté y me dirigí a la cocina por una fruta, nuevamente tenía hambre y antes de regresar a la recámara, ahí estaba  Ernesto, justo en la puerta de su habitación, incitándome a que entrara, dudé en hacerlo, pero me acerqué, me tocó los pechos antes de plasmarme un profundo beso, por dentro comenzaba a incendiarme, tenerlo tan cerca hacía que mis partes necesitaran de su boca y de su sexo. Le pasé mi mano por su miembro, hallarlo sólido y firme, producía que enloqueciera, deseaba masturbarlo desde abajo, ocasionándole tanta excitación como para que eyaculara en mis párpados, escurriendo después por el resto de mi cara llegando a mis labios, sería ese momento de probarlo, saborearlo y disfrutarlo. Volví a la realidad, le apreté el pene con más fuerza y volví con Armando, seguía durmiendo, Ernesto llegó detrás de mí y del brazo me llevó hasta su cuarto con actitud desafiante, me empujó al suelo, pude ver cómo apresurado cerraba la puerta con cuidado, se echó sobre mí quitándome mitad de la ropa, bajó sus pantalones y su glande entraba en mi vagina, yo contraía los músculos y él entraba más, demasiado rico, delirante. Follarme duro era su vicio y a mí me encantaba. No podía gemir tan fuerte pero tampoco aguantarme ¿Cómo no emitir ningún sonido, cuando lo que te están haciendo es exageradamente estimulante? Se vino fuera, salpicando escasamente la alfombra, el semen parecía yacer de mi vientre, ese hombre me tenía a sus pies. Pusimos todo el orden y me marché de ahí, por suerte Armando no había abierto los ojos y eso me dejó tranquila, imaginaba qué hubiera pasado si nos hubiera descubierto, sería una gran pena, pero estábamos aún a salvo.

Nota: Puede que exista una continuación.


-Mapachita

9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Llegué aquí por tu Instagram (halagué tu blusa el otro día) y vaya que no me arrepiento! Tus descripciones son gráficas, pero no vulgares y tocas la perversión con sutileza y habilidad. Volveré!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, gracias por darte la tarea de leer mi blog, que tengas linda noche :D

      Eliminar
  3. Llegué aquí por tu Instagram (halagué tu blusa el otro día) y vaya que no me arrepiento! Tus descripciones son gráficas, pero no vulgares y tocas la perversión con sutileza y habilidad. Volveré!

    ResponderEliminar
  4. Llegué aquí por tu Instagram (halagué tu blusa al otro día) y vaya que no me arrepiento! Tus descripciones son gráficas, pero o vulgares y tocas la perversión con sutileza y habilidad. Volveré!

    ResponderEliminar
  5. Excelente . Ojalá si tenga otra continuación. ....jos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero hayas leído la primera parte, saludos y gracias :D LOVYU.

      Eliminar
  6. Hola. Para cuando el próximo relato??? Ansioso.... jos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por apurarme jeje igual y para mañana :D Gracias por pasarte a leer Jos <3

      Eliminar