Vistas de página en total

martes, 13 de septiembre de 2016



PARTE II.

Tus manos sofocaban mis gritos,
mi desesperación cada vez aumentaba más de lo que era normal
levantabas salvajemente mi vestido,
no sé cómo pude vestirme así esa tarde mientras caminaba por ese sucio baldío,
jamás pensé en que tú, hijo de puta, ibas a obligarme a estar contigo
de una forma tan masoquista y enfermiza…
Me jalabas el cabello como si en verdad estuvieras molesto,
Vi cómo desabrochabas tu cinturón para después azotarme tan fuerte
mientras me empinabas para tener sobre mis nalgas un mayor control
¿te gustaba que llorara por ese dolor que me causabas?
¿Serás enfermo?, me arrodillaste y sacaste eso que le denominaste “Dulce”,
hiciste que lo chupara durante un largo tiempo,
cansaste mi mandíbula, pero cómo te excitaba que te lo llenase de saliva
y lo comiera por entero hasta que me dieran ganas de vomitar, no era placentero.
Me tapaste la boca con un pañuelo y vendaste mis ojos,
Después sentía cómo colocabas cinta sobre mis muñecas
Y el sentirme inmóvil hizo que de ti aún más temiera…
Las primeras bofetadas dolieron… ya no sentí el resto,
Mi cara la sentía ardiendo pero fue peor cuando por fin decidiste penetrarme,
Y no, no empezaste de la forma “natural”, ni mucho menos lento,
Me la metiste analmente, fue demasiado rudo, demasiado fuerte, demasiado  todo.
Ya ni gritar podía mucho menos defenderme puesto que amordazada me tenías
Y todo mi cuerpo ya te pertenecía, me hacías tuya como si fuese un juguete…
Eyaculaste sobre mi cara, orinaste después sobre mi cuerpo,
estaba empapada y el olor de tu orina era repugnante,
quitaste el pañuelo de mi boca y me diste un beso y aún recuerdo que dijiste
“Muy bien putita, este es el comienzo…”
-Mapachita

No hay comentarios:

Publicar un comentario