Vistas de página en total

lunes, 12 de septiembre de 2016


¿Por qué sigues haciendo de todo esto un puto martirio?, y ya no sé si el problema soy yo o si ni uno de los dos lo es. Mis pensamientos se destruyen entre ellos, defendiendo ciertas historias, historias que jamás son resueltas en finalidad con la verdad o mentira que es.

Me encuentro sola y no sé el porqué, lo sé tal vez; más no conozco la realidad en su totalidad. Todo el tiempo me encuentro confundida y no doy respuestas abstractas a este montón de dudas que lastiman mi sentir, que le pegan a esas ganas de vivir y estas mismas se retraen y se convierten en el miedo de existir.

¿Qué hago cuando ya no hay razones por las cuales ser feliz, cuando todo deja de importar, cuando solo se espera que llegue la noche para poder dormir e irnos a la cama con la esperanza de que mañana sea un mejor día? Con esa tonta idea de empezar de nuevo y cargar energías para ser como antes pero los días siguen igual y no se ve algún cambio, ese que uno espera hallar.

¿Qué hacer cuando nos sentimos solitarios, enfermos, invisibles? Sentimos que todo va cayendo y difícil es que se levante porque por más que lo intentemos no podemos parar. El sentido se fue, el amor se había ido mucho más tiempo atrás, ni siquiera el odio guarda su lugar, ni nada. Somos idiotas que fracasamos a toda hora sin la obtención de un logro que nos llene los vacíos. ¿Qué hacer cuando ya no tenemos nada qué dar? Yo no sé.

Posdata: Me siento perdida en un lugar de tristeza donde dele el ser nada, donde cansa la espera y me ahogo en temores que no puedo curar.

-Mapachita

No hay comentarios:

Publicar un comentario